domingo, 23 de enero de 2011

Caminos

Hace días que me salí a la derecha de la carretera de 4 carriles, quizá meses desde el día que tome la decisión de que mi camino estaba en otro sitio, desde que creí ser valiente e ir a buscar mi ruta sin ningún tipo de mapa indicativo, sin saber siquiera donde estaba ese camino, pensando que mi instinto seria suficiente para encontrarlo , como si una inercia astral me llevase hasta el , desde entonces he vagado por grandes llanuras, esquivando cualquier tipo de montaña desechando categóricamente la posibilidad de encontrar la solución tras ellas. Simplemente me he dedicado a buscar rutas fáciles incluso esperando una ruptura del espacio-tiempo que me llevara directamente a mi camino, cualquier cosa para evitar las rutas duras.
Pero no toda la dificultad reside en la orografía del terreno, a veces en las fáciles llanuras donde parece difícil perderse, aparecen otros laberintos que te hacen extraviarte de cualquier tipo de convicción antes dada por hecha.
Al principio andaba sin parar, encontraba algunos senderos que seguía durante unos días hasta que me salía, otros directamente los desechaba, pero de un tiempo aquí ya solo ando lo justo, busco lugares cómodos para descansar del descanso, no desisto de encontrar el camino, pero solo me aferro a la opción de que sea este el que venga a mi, mientras me consumo pensando que, tal vez mi camino estaba a la izquierda de aquella carretera a la que no sabría volver.